Puede que Japón haya sido uno de los viajes más fascinantes que he hecho a lo largo de mi vida. Es un país que te deja sin palabras y con muchas ganas de más, porque siempre, independientemente de cuánto tiempo hayas tenido para recorrerlo, te vas sintiendo que te queda todo por descubrir.
Son igualmente exquisitos los modales de sus gentes y la gastronomía (que va mucho más allá del sushi) y sorprende la capacidad que han tenido para convertirse en un país moderno, de vanguardia, que sin embargo respeta con esmero sus tradiciones y conserva sus templos y edificios antiguos con impecable devoción.
La arquitectura oriental puede resultar recargada y algo grotesca en algunos casos. No en Japón. Parece que cada templo tiene el clavo exactamente en el lugar que le corresponde y que cada teja descansa sobre la siguiente como si no pudiera ser de ninguna otra manera. Todo es lógico. Ordenado. Sencillo. Pero a la vez majestuoso y, para quienes queremos creerlo, incluso algo mágico.
Quiero mostraros, con fotos, como no, cuáles son los 5 conceptos, las 5 constantes que, para mi, hacen que la arquitectura tradicional japonesa sea tan única.
1.- Los tejados tipo Pagoda
2.- El predominio de la madera
3- El simplismo de las formas
4.- La armonización con el entorno
5.- La atención al detalle
Arigato, Japón ¡Volveré!