Llevaba tiempo queriendo dedicarle un rato a fotografiar el Metropol Parasol de Sevilla. Había pasado por debajo alguna que otra vez, a distintas horas del día, y en todas mi ojo había registrado luces y sombras llenas de posibilidades.
Entre una visita y otra me tomé algo de tiempo en investigar algo de esta inusual e inquietante obra del arquitecto berlinés Jürgen Mayer. Su historia está rodeada de vicisitudes y anécdotas, así que para quienes, como yo, son apasionados de la arquitectura y su contexto, aquí les dejo tres detalles interesantes sobre “las setas”, la estructura de madera más grande del mundo:
1.- Que pudo haber sido un parking subterráneo
En la primera planta de los cuatro niveles de las setas hay un mercado de abastos. Ése mercado, es un homenaje moderno al que alguna vez tuvo la Plaza de la Encarnación y que acabó siendo demolido en 1973 por su mal estado de conservación.
Unos años más tarde, en 1990, el ayuntamiento se propuso recuperarlo, pues era un foco de comercio muy importante para el barrio. La idea era reconstruirlo y aprovechar el subsuelo para construir un parking subterráneo.
Comenzaron las obras y, como suele ocurrir en el muchos puntos del Sur de España, durante la excavación se descubrieron restos arqueológicos de distintos períodos romanos y también de la época andalusí, de incalculable valor cultural. Por supuesto, las obras tuvieron que cancelarse de inmediato, después de que se hubieran invertido ya cerca de 15 millones de euros en el proyecto.
2.- Que no iba a ser de madera
Tras el fracaso del proyecto parking, en 2004 el Ayuntamiento volvió a la carga y convocó un concurso público a nivel internacional para recoger ideas. Las condiciones eran simples: los proyectos debían incluir un mercado de abastos, una plaza pública y un museo para conservar y exhibir los restos encontrados en la excavación anterior.
De los 65 proyectos presentados, el jurado se quedó con el propuesto por el arquitecto alemán Jürgen Mayer. No sé cómo serían los otros proyectos, pero entiendo que los jueces se fascinaran con las formas sinuosas que proponía el Metropol Parasol.
El problema es, que en los planes iniciales la cúpula enrejada era de metal y, una vez iniciadas las obras, se dieron cuenta que los 6 pilares de hormigón no iban a ser capaces de sostener aquella gigantesca pamela ondulante. Así que la solución fue sustituir el metal por un material más liviano, en este caso, madera laminada de abedul de Finlandia. Quedó espectacular, pero incrementó el costo del proyecto en casi 30 millones de euros, lo que supuso, como es lógico, una gran controversia.
3.- Que es uno de los principales atractivos turísticos de Sevilla
Y este dato no es menor, porque Sevilla es una ciudad museo, en la que cada calle es un tesoro.
Las obras tardaron 6 años, mucho más de lo esperado, pero durante el primer año desde su inauguración (en 2011), el Metropol Parasol recibió cerca de 1 millón de visitantes.
Así que si pasan por Sevilla, ya saben que además de la Catedral, la Torre del Oro, la Plaza de España y el Parque de María Luisa, no se pueden perder esta macro estructura vanguardista, que impacta de primeras, pero que se acopla con sorprendente armonía al entorno. Tal vez porque su ondulante cúpula está inspirada en las bóvedas de la catedral que se ve a lo lejos y en los ficus macrophylla de la adyacente plaza del Cristo de Burgos.
Es fascinante en sus cuatro niveles y a cualquier hora del día, pero si van les recomiendo especialmente que se asomen al mirador, a ver desde lo alto cómo transcurre la vida en el casco antiguo de la ciudad.
Mientras, aquí les dejo las fotos de aquella mañana, en la que los paseantes se convirtieron, sin quererlo, en los mejores modelos posibles para un escenario urbano tan singular.
Algunos datos más:
Mide 150 metros de longitud por 70 metros de ancho y casi 30 de alto.
Contiene 3.500 piezas, unidas por casi 3.000 nudos y 16 millones de tornillos.
En total, 3.500 metros cúbicos en bruto de madera microlaminada de pino finés (kerto) recubiertas de poliuretano impermeable, transpirable y flexible.