Es de esos lugares que sorprenden por su escala. La escala de empequeñecer al hombre, de hacerlo un detalle en el paisaje sin mucho protagonismo, salvo si es parte de algún gentío importante.
El memorial es fiel reflejo a una arquitectura con conciencia política, es tan inmensa y poco amigable como cualquier dictadura, sea de derecha (como ésta) o de izquierda (como sus “vecinos del frente”).
Es esa misma escala que te empequeñece, la que te sobrecoge, y da cuerda para algunas fotitos...